Sandro tiene un gran sensibilidad para la belleza, la moda y el storytelling, creció en un pequeño pueblo al sur de Austria, siempre intrigado e imaginando el mundo exterior que se escondía detrás de las montañas, al no tener televisor estaba siempre en busca de entretenimiento el cual encontró en los libros y en las historias de los locales de pueblo, de las cuáles siempre quería más detalles.

Cuando tuvo edad suficiente se fue a estudiar a Vienna y a Paris ahí descubrió su pasión por el cine, la cual fue a perseguir  a Nueva York, donde actualmente reside, la misma curiosidad por encontrar los detalles dentro de las historias de pueblo la transmite al momento de embarcarse en un nuevo proyecto, pues el cree que mientras más profundo vaya el director en el conocimiento de la marca y de la idea, mejor será el resultado, esta visión se transmite en cada uno de sus trabajos.